[vc_row][vc_column][vc_column_text]Cuando pensamos en héroes de origen norteamericano, especialmente en los cómics, se nos vienen a la mente la Mujer Maravilla, Capitán América o el icónico Superman. Pero, ¿Qué los hace superhéroes? La Mujer Maravilla no es su lazo de la verdad, así como Capitán América no es su escudo o Superman no es…bueno, Superman no tiene un accesorio característico, pero al igual que sus similares, el tener superpoderes no los hace superhéroes. Es lo que hacen con esos poderes lo que los convierte en iconos de la justicia, aun cuando esto implique poner en riesgo su propio bienestar.

Bajo estos términos cualquiera de nosotros puede ser un héroe. Todos tenemos distintas capacidades que podemos emplear para el bien, especialmente en situaciones adversas. Qué mejor ejemplo que el reciente caso de Bridger Walker. El ahora famoso niño de 6 años que salvó a su hermana menor del ataque de un perro al interponerse entre ella y el animal, recibiendo un feroz ataque que resultó en 90 puntadas en su rostro.

Todos tenemos el poder de ser héroes, pero es en situaciones extremas donde podemos decidir ser superhéroes con nuestras acciones. Y hoy les quiero hablar de otro superhéroe de carne y hueso que recientemente partió de este mundo. Su nombre es John Lewis, y esta es su historia de origen.

 

Nació en un pueblo de Alabama llamado Troy, tercer hijo de diez hermanos cuyos padres labraban la tierra. Durante su vida estudiantil se dedicó a concientizar a las personas sobre las injusticias que sufría la comunidad negra a causa del racismo. En 1961 se unió a ‘Freedom Riders’, activistas que arriesgaron su vida protestando por la segregación racial en las paradas de buses. Fue parte del ‘’Big Six’’ junto a Martin Luther King Jr. y miembro del ‘’Movimiento por los Derechos Civiles’’, impulsado por Rosa Parks. (¿Esto está empezando a sonar a grupos como Justice Legue o Avengers verdad?) Lewis fue un defensor de la no violencia, esto a pesar de sus más de cuarenta arrestos, ataques físicos y lesiones graves que sufrió durante sus manifestaciones.[/vc_column_text][vc_single_image image=”5348″ img_size=”large” alignment=”center”][vc_column_text]Tras la muerte del Malcom X, líder radical del ‘’Movimiento por los Derechos Civiles’’, se dieron manifestaciones en la ciudad de Selma, donde el Ku Klux Klan actuaba abiertamente, donde el voto de los afroamericanos era restringido, y donde lamentablemente Jimmie Lee Jackson murió protegiendo a sus familiares de los ataques de policías montados (El Black Lives Matter de los 60’s, la historia no deja de repetirse). Tras la muerte de Jackson se realizó una marcha donde participaron más de seiscientos manifestantes, liderados por John Lewis, los cuales fueron arrinconados por la policía en el Puente Edmund Pettus. Ahí fueron gaseados y golpeados brutalmente, dejando 17 manifestantes hospitalizados. La golpiza que recibió Lewis y sus asociados fue durante la primera marcha televisada, lo que evidenció la horrible realidad en todo el país. Gracias a sus esfuerzos se aprobó la Ley de Derechos Civiles y la Ley de derecho de voto. Tras su trayectoria como activista, asumió el cargo de congresista en 1986, siendo reelegido 14 veces como miembro del Partido Democrático, donde se le llamaba ‘’La Consciencia del Congreso”.

Es imposible en un párrafo resumir la vida de este héroe. Por eso los invito a leer ‘’March’’, una novela gráfica de tres tomos escrita por él mismo, donde vemos su experiencia personal en su lucha por la justicia. John Lewis presentó su afamado cómic en el Comic Con, donde hizo cosplay de sí mismo en su juventud durante las manifestaciones en Selma y lideró una marcha en dicho Comic Con a los 75 años de edad.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=”5347″ img_size=”large” alignment=”center”][vc_column_text]Ya sea un niño salvando a su hermana, o un hombre salvando una nación, está en nosotros tomar acciones dentro de nuestras capacidades para luchar contra la injusticia del mundo. No necesitamos mirada de rayos láser, con una mirada compasiva daremos amor al que más lo requiere. No necesitamos fuerza extrema, con abrazar lo más fuerte que podamos haremos sentir bien a los que nos rodean. No necesitamos volar, con inspirar a los demás de que podemos mejorar el mundo con pequeñas acciones, haremos volar al desesperanzado para que se convierta también en un superhéroe.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]